lunes, 19 de mayo de 2014

CONDUCIR UN SCOOTER CON PASAJERO

El scooter es cosa de dos. Es verdad que las motos y scooter se disfrutan en solitario y son la máxima expresión de la libertad individual en el transporte, pero también es cierto que podemos compartir el placer de andar sobre dos ruedas e incluso hacer descubrir a otros y otras las ventajas en movilidad que aportan. Acompañar a alguien a su trabajo o estudios, ir de compras en rebajas, hacer recados profesionales… pero también disfrutar de los ratos de ocio viajando más cerca del paisaje y llegando donde con otro vehículo es imposible, son algunas de las oportunidades que nos dan las dos ruedas.

Pero si cuando conducimos en solitario somos responsables de nosotros mismos, al ir acompañados estamos aceptando una responsabilidad multiplicada, ya que nuestro pasajero poco o nada podrá hacer si nuestra conducción no es lo segura que debe: como ya hemos comentado muchas veces la seguridad sobre dos ruedas depende mucho de nuestra actitud al manillar y de saber tomar las decisiones adecuadas ante situaciones de riesgo, y con esa mentalidad debemos afrontar el llevar a alguien que quiera acompañarnos. Así, además, saboreará de verdad todas las ventajas de las dos ruedas, y comprobará cómo las eventuales «desventajas» (seguridad) pueden no pasar de meras anécdotas con una actitud y saber hacer adecuados.

Más espacio

Cuando vas en scooter por un entorno tan poco «controlado» como es una ciudad, tienes que dejar espacios para poder evitar situaciones de riesgo: aléjate del coche que te precede y aléjate de coches aparcados o de aceras en las que haya gente, niños jugando o animales. Si vas acompañado, esos espacios deberán ser todavía mayores puesto que tu tiempo de reacción será más lento y las reacciones del scooter o moto también. Ten en cuenta que quien te acompañe puede asustarse por la situación y puede desequilibrarte: ése es otro buen motivo para mantener márgenes mayores, el evitar no sólo tus sustos sino los suyos. Cuidado también pasando entre coches en el atasco: hazlo con decisión y sólo cuando lo veas claro.


Freno trasero

El reparto de pesos de una moto o scooter cambia radicalmente cuando llevamos pasajero: la carga sobre el neumático trasero será mucho más alta y su límite de adherencia mucho mayor, de forma que podremos apoyarnos mucho más que cuando vamos en solitario en el freno trasero a la hora de detenernos, sobre todo si es ante una emergencia. De igual forma, en el primer momento de la frenada la rueda delantera tiene muy poca carga y podría bloquearse más fácilmente de lo que estás acostumbrado: deberás entrenarte, con pasajero, a tirar de freno trasero en continuo y tirar de freno delantero ligeramente en un primer momento hasta que notes cómo la transferencia de masas lleva más carga al neumático frontal (se empezará a hundir), antes de dar más presión con la maneta derecha.

Trazadas limpias

Nunca hay que ser brusco conduciendo sobre dos ruedas (ni sobre cuatro), pero al llevar pasajero esto es especialmente cierto: olvídate de llegar al semáforo, «clavar» los frenos y «tirar» la moto para doblar la esquina. Con pasajero, la suspensión se habrá hundido notablemente y la distancia libre al suelo habrá disminuido mucho, de forma que será muy fácil llegar a rozar con los estribos (moto) o el caballete (scooter) o escape (ambos). Si la presión sobre una pieza fija (caballete, escape) es muy grande, aparte de arañarla disminuirá la presión sobre las otras partes en contacto con el asfalto… sí, las ruedas. Es una situación bastante típica en scooter y sencilla de evitar, trazando con finura y evitando inclinar demasiado: cada scooter tiene su límite y deberás descubrir el del tuyo, pero hazlo con seguridad y progresivamente.


Anticipación
«Anticiparse» no sólo significa ser capaz de prever los movimientos de los demás vehículos entrenando la mirada y ese «sexto sentido» que las dos ruedas desarrollan. Anticiparse es también prepararse antes de emprender la marcha: retoca la regulación de precarga de los muelles traseros para que no se hunda tanto al ir dos a bordo; fíjate dónde quedan los reposapiés del pasajero y dónde pone sus pies y rodillas para evitar que os estorbéis (debes poder conducir cómodamente); enséñale a sujetarse, mejor las manos a los lados de tu cintura o hacia el depósito (moto) que en las asas (se desequilibrará al frenar). Y pídele atención al tráfico, que mantenga su casco al lado del tuyo (cambiando de lado), no detrás.


Nuestro truco

Habla, sin distraerte de tu conducción pero evitando quedarte callado concentrándote «demasiado» en el pilotaje.
Cuando no llevas demasiado tiempo montando en moto, y más cuanto más joven eres, el momento de llevar pasajero es «la ocasión»: cuando por fin podrás mostrar a alguien tus dotes de piloto, lo cerca que eres capaz de pasar de los coches sin tocarlos, cuánto puedes acelerar o frenar, cómo eres capaz de inclinar hasta rozar el asfalto… Porque hasta ese momento sólo tú mismo has conocido tus éxitos, y tus fracasos, al manillar.
Bien, pues eso no es bueno: como te decía a todos nos ha pasado, y a la mayoría esas «ganas de exhibición» nos han metido en algún lío, del que con suerte hemos salido airosos (mejor aún si él o ella ni se han dado cuenta…). En realidad la actitud correcta cuando vas a llevar a alguien es justamente la opuesta: ir más tranquilo, más relajado aunque más atento, con más márgenes. Charla tranquilamente mientras mantienes tu atención en el tráfico que vas dejando atrás, y querrán volver a acompañarte.

Recuerda que:


  • Por supuesto, para ir en moto aunque sea «aquí al lado» es imprescindible llevar el equipamiento necesario para hacerlo seguro: casco, y mejor guantes y chaqueta apropiada.
  • Además de piloto y acompañante, la moto debe estar preparada: atención a las presiones, si normalmente son importantes cuando carguemos otra buena cantidad de kilos sobre la rueda trasera notaremos muchísimo un mal hinchado.
  • Atención también a la precarga de muelle/s de suspensión, la regulación está ahí precisamente para esto.
  • Al freno trasero le exigiremos mucho más trabajo de lo habitual… ¿está bien tensado (tambor)? ¿están bien las pastillas? ¿tenemos el pedal o maneta bien regulado?
  • Aumenta las distancias de seguridad: aléjate del coche de delante y evita ponerte justo detrás suyo para poder tener una buena escapatoria por un lateral en caso de frenada.
  • Usa el freno trasero, con la carga extra será difícil bloquear la rueda.
  • Atención al freno delantero: acciónalo «en dos tiempos» más marcados de lo habitual para no ejercer demasiada fuerza de frenado hasta que la rueda esté cargada.
  • Cuidado al inclinar: no lo hagas bruscamente pues la distancia libre es menor y, si roza algo «duro», las ruedas perderían adherencia.
http://www.motociclismo.es/rss/motociclismo/articulo/tecnicas-conduccion-conducir-scooter-pasajero

COMO CONDUCIR UN SCOOTER

Muchos son los que nos preguntan interesados en cómo tratar el motor durante esos primeros kilómetros para asegurarse de hacer un buen rodaje, pero además del propulsor también otras piezas de la moto necesitan rodaje, y sobre todo la más importante de todas, el piloto, necesita también su periodo de adaptación a su nueva máquina.

La fabricación actual permite no ser demasiado estricto en lo que a rodajes se refiere, si bien es mejor no someter el motor a grandes cargas (gas a fondo, marchas largas, cuesta arriba) ni revolucionarlo demasiado (en marchas cortas con cambio, cuesta abajo scooter automáticos) hasta que haya acumulado unos centenares de kilómetros.


Los frenos necesitan que pastillas o/ y zapatas se adapten sin prisas, para no cristalizar la pequeña parte de su superficie que, de nuevas, roza: un largo paseo por ciudad a ritmo tranquilo lo conseguirá. Y los neumáticos también exigen cuidado hasta eliminar la primera capa sobre la goma. Pero es el piloto el que debe extremar las precauciones cuando se estrena en una moto nueva, cuyas reacciones no conoce bien.
Para eso y como más adelante insistiremos no podemos recomendarte con mayor énfasis que te des un largo paseo de «descubrimiento», tranquilamente, para que a partir del día siguiente tu nueva moto sea realmente «tuya».


Ruédalo, ruédate

La mejor manera de descubrir tu moto nueva, la mejor manera de iniciar su rodaje y el tuyo, es recorrer un mínimo de 30 o 40 kilómetros lo antes posible. Si el día de la entrega no es posible, que sea al día siguiente: tómate tu tiempo y date un buen paseo por tu ciudad o pueblo, ya que ese tipo de tráfico, el urbano, es el mejor para hacer el rodaje de todas las partes mecánicas, al tener constantes cambios de ritmo, aceleraciones, frenadas, cambios de dirección… No hay peor forma de hacer un rodaje que
irse a una autopista y acumular kilómetros con el motor a régimen constante, y además ahí los frenos no se rodarían. Tampoco te olvides tu propio rodaje: para descubrir las virtudes y puntos flacos de tu nuevo vehículo también te vendrá muy bien ese tranquilo «super paseo» después del cual tanto él como tú estaréis mucho mejor preparados.


Andando sobre dos ruedas siempre tenemos que aprovechar nuestra ventaja en altura y visibilidad para anticiparnos a la situación del tráfico, y si estamos empezando a descubrir nuestro nuevo vehículo nos conviene tener todavía más «margen» del habitual porque nuestras reacciones serán más lentas, y las de la moto o scooter todavía pueden serlo más, o al contrario sorprendernos y pedirnos todavía más margen a nuestra propia adaptación. Unos frenos potentes, una vez rodados y si venimos de algo que apenas frenaba, pueden sorprendernos con un bloqueo inesperado, y necesitaremos más tiempo y metros para recuperarnos. Para eso, ya sabes: circula alejado del coche que te preceda y hazlo además por el lado del carril que te permita tener una escapatoria en caso de detención.


Neumáticos

Unas marcas más que otras, pero todos los neumáticos nuevos tienen en alguna medida un «barniz» exterior procedente del desmoldeo en fábrica, o aplicado después para proteger la goma de los elementos (aire oxidante y sol). Como puedes imaginar eso no agarra ni de lejos como la goma desnuda, y puede tardar bastantes kilómetros en desaparecer por el desgaste de la rodadura: convendrá ser muy cuidadoso hasta que tengamos entre 30 y 100 kilómetros acumu
lados con esas ruedas, evitando pisar zonas deslizantes como lo son las líneas blancas, tapas de registros o alcantarillado, zonas húmedas, y zonas con acumulación de restos de combustibles o aceites (parte central en primera fila de semáforos, zonas cercanas a estaciones de servicio, glorietas donde camiones o autobuses pierden gasoil al girar…)

Sin prisa en lo rápido

Mientras estemos en rodaje no deberemos exprimir a fondo las prestaciones de nuestra moto o scooter, y donde eso puede ser un problema es a la hora de usar vías rápidas: el primer consejo es que intentes evitarlas, casi siempre existe una alternativa por dentro de la ciudad, por carretera o por una vía de servicio, pero hay casos o tramos en los que no es así y no te quedará más remedio que meterte en el tráfico en inferioridad de condiciones. Ahí se aplican nuestros consejos en esta situación: circula por el carril derecho pero centrado, no pretendas «apartarte». Si un vehículo más rápido te alcanza tendrá que adelantarte correctamente y si te apartas le estarás invitando a que lo haga demasiado cerca, de forma insegura. Y no quites ojo a los retrovisores.


Nuestro truco

A tu medida: así es como debes tener tu moto o scooter. Hay muchas más cosas que puedes regular de lo que parece: de entrada, los retrovisores, que deben estar perfectamente asegurados (que no se «suelten» por la presión del viento), deben estar colocados de forma que con sólo un gesto de los ojos, sin mover la cabeza, puedas ver bien qué ocurre detrás de ti. Luego están las manetas: aun si no son regulables, muchas «piñas» pueden posicionarse más o menos inclinadas, dejando las manetas más o menos a la altura de donde dejas tus dedos. Siéntate, pon las manos en el manillar y extiende los dedos con naturalidad: la maneta debe quedar justo debajo, no más baja ni por encima. Y antes de hacer un solo kilómetro, comprueba algunas cosas en tu moto que tu tienda deberá haber dejado bien: presiones de ruedas, niveles de líquidos, plásticos de protección (escape)

Recuerda que:

  • La palabra clave es: suavidad. Con una moto o scooter nuevo hay que ser suave, como lo seríamos en caso de lluvia por ejemplo. Arrancar tranquilamente, frenar con suavidad, trazar sin brusquedades… El rodaje será mejor y más seguro.
  • Como destacamos en «el truco» debes dejar tu moto a tu medida. Lo más importante al principio: los retrovisores, no sólo deben estar asegurados, sino que debes poder ver bien por ellos sin hacer movimientos extraños.
  • El mejor rodaje se hace en ciudad; el peor, en autopista.
  • Para rodar bien un motor hay que ir variando su régimen de revoluciones, su carga (gas) sin llegar a abrir del todo hasta que esté rodado, cambiar la marcha si es con cambio… Olvídate de salir a carretera para poner sexta y acumular kilómetros así.
  • No sólo el motor necesita rodaje: los frenos y los neumáticos también. Evita frenar fuerte hasta que hayan pasado unos kilómetros, haz frenadas breves para ir asentando las pastillas o zapatas. Mucho cuidado con neumáticos nuevos, mueve la moto para eliminar la primera capa cuanto antes.
  • A pesar de todo y si la situación lo requiere, acelera o frena fuerte: la seguridad es lo primero.

http://www.motociclismo.es/rss/motociclismo/articulo/tecnicas-conduccion-scooter-nuevo

DONDE MIRAR CUANDO VAS CONDUCIENDO

La vista es el sentido fundamental para conducir, y veremos que saber aprovechar mejor las posibilidades de nuestra vista puede ser lo que establezca ante una situación de riesgo la diferencia entre anécdota y algo más.
La clave cuando andamos sobre dos ruedas es que no podemos distraernos ni relajarnos ni un momento, menos aún en mitad del tráfico urbano o cuando en la carretera hay densidad de vehículos, aunque el ritmo sea lento.


Además de no «bajar la guardia» nunca, existen trucos y formas de estar atento que mejorarán en un grado notable el nivel de seguridad de nuestra conducción, y que diferencian un piloto experto y avanzado, es decir seguro, de quien no lo es. La gran importancia de la visión periférica para poder percibir aquello que ocurre a nuestro alrededor, saber hacia dónde dirigir la vista para mejorar nuestra fluidez y objetivos o saber superar obstáculos, y ser conscientes de no relajar la vista, son factores clave en esto como veremos.

El contar con gafas o lentes de contacto bien graduadas y una visera impecablemente limpia y libre de arañazos tampoco debe pasarnos desapercibido como factores de seguridad en nuestra conducción.


A donde mires, irás

Existe un fenómeno llamado «fijación de objetivo» según el cual en circunstancias de tensión tendemos a dirigirnos hacia donde miramos: cuántas veces habrás experimentado esa sensación que ante un obstáculo, cuanto más lo miras más te cuesta desviarte. Por eso no es bueno quedarse en un arcén detenido al lado del vehículo, porque los demás tienden a mirarlo, y sin querer se dirigen hacia allí. Es importante ser consciente de este fenómeno, para no quedarnos mirando fijamente algo que queramos evitar: debes aprender a mirar hacia donde esté la mejor «escapatoria», porque será hacia allí hacia donde mandarás tu moto inconscientemente en una situación apurada. Y si te ves en un apuro, mirando algo que debes evitar mientras frenas por ejemplo, recuerda fijarte en cualquier otra cosa alrededor para desviar tu mirada, y tu trayectoria, del riesgo.

Más lejos

Mira cualquier foto de una carrera de motos tomada lo suficientemente cerca como para que puedas ver los ojos de los pilotos, y verás que ninguno mira por donde va, sino hacia donde irá, a lo lejos. Como decíamos, siempre acabas yendo hacia donde miras, y por eso un piloto aprende enseguida a mirar no el asfalto que está a punto de pisar, sino la siguiente curva, para llegar antes allí. Cuando circules en zonas de curvas a ritmo alegre recuérdalo para ayudarte a mejorar las trazadas y la fluidez de tu pilotaje deportivo, pero esto es algo que también puedes usar a diario en el amenazante tráfico urbano y extra-urbano: deberás aprender a «ver sin mirar» lo que te rodea, como veremos, pero para eso deberás mirar hacia donde vas, más lejos, para saber antes de llegar qué te espera allí (semáforo rojo, asfalto sucio o tapa de alcantarilla a evitar, etcétera).

Fuera pereza

No te relajes, no tengas los ojos «quietos» mientras conduces, no dejes que la mirada se quede fijada perezosamente en referencias inútiles. Busca continuamente posibles fuentes de riesgo, posibles trayectorias de los otros vehículos, movimientos en su interior: ¿alguien a punto de bajarse? ¿Alguien señalando algo? ¿Discuten? Busca peatones a punto de saltar, coches a punto de salir de un aparcamiento, conos de obras sueltos en mitad de la calzada… Descubrirás que siempre hay mucho que ver, y con ello que prever, pero para poder superar todo lo que el tráfico nos «ofrece» cada día debemos tener una actitud concentrada y activa al manillar, y así debería ser también al volante aunque en ese caso y en tráfico lento las consecuencias de una distracción son menores.


Nuestro truco

Hay algunos ejercicios sencillos con los que puedes mejorar tu visión periférica: aquí van algunos. Andar contando las baldosas sobre las que pasan nuestros pies mientras mantenemos la mirada fijada hacia delante. Viendo la TV, mantén la mirada fija en una esquina o el número del canal e intenta percibir «indirectamente» lo que está ocurriendo en la pantalla. O prueba a abrir esta revista por cualquier página, cerrarla en seguida e intentar recordar qué has visto, qué había en las fotos, qué textos grandes… Estos ejercicios no sólo sirven para saber mejor qué pasa delante de nosotros: también lo que ocurre por detrás, sin necesidad de desviar la mirada hacia los retrovisores (ése es otro ejercicio bueno mientras andamos en moto por vías tranquilas, ver por los espejos sin mirarlos directamente).

Recuerda que:

  • No circules con gafas (o lentes de contacto) mal graduadas o sin ellas si no tienes una visión perfecta, y cuidado con las pantallas de casco sucias o arañadas: de nada servirán todos los trucos y cuidados que hemos visto si falla lo fundamental.
  • Tendemos a dirigirnos hacia donde miramos: cuando aparece algo imprevisto, nuestra tendencia es a mirarlo, y la suma de esto con lo anterior es peligrosa. Aprende a intentar mirar hacia otro lado cuando haya algún imprevisto. Si miras hacia donde hay escapatoria segura, será más posible salvar la situación.
  • Adapta tu mirada a la velocidad a la que circulas: ir deprisa mirando justo delante de la rueda delantera es buscarse un lío, igual que andar despacio mirando a lo lejos y no a nuestro alrededor.
  • Mientras mantienes la mirada a lo lejos, a donde llegarás, no dejes de estar atento a lo que ocurre alrededor tuyo: educa la «mirada indirecta», una buena visión periférica podrá avisarte a tiempo.
  • Cuidado con algunos medicamentos: se hacen bastantes campañas respecto a eso, por ejemplo ahora en primavera quien necesita antihistamínicos (alergias) debe andar con ojo pues muchos dan somnolencia. Pero esas campañas se olvidan de las motos: en moto es raro dormirse, pero no tanto quedarse con la mirada «relajada». Si estás cansado, párate o abre la visera y espabila.
http://www.motociclismo.es/rss/motociclismo/articulo/tecnicas-conduccion-donde-mirar

lunes, 12 de mayo de 2014

¿cuando cambiar de casco?

Esta interesante pregunta aparece de vez en cuando en el mundillo de las motos. Porque, si bien limpiando y cuidando el casco puedes usarlo durante bastantes años, llegará un momento en el que necesitará ser reemplazado. Así que hoy vamos a tirar de los sabios consejos que ha dado Alex King en Motorzon para saber reconocer cuando ha llegado la hora de pasar por caja para renovar una de las piezas más importantes de nuestro equipo, el casco.

Y no estamos hablando de que hay que retirarlo cuando su olor es insoportable o cuando al quitártelo tienes que volver a poner todas sus partes de nuevo en su posición. Si eres de esos mejor no leas lo que viene a continuación, porque descubrirás que eso que llevas en la cabeza sólo sirve para librarte de una multa. Veamos los seis puntos que nos recomienda Alex.