jueves, 30 de enero de 2014

CUIDADOS DEL SCOOTER

Tener la moto o el scooter en este caso a punto es fundamental por disfrute y seguridad, para tener siempre confianza en su funcionamiento te explicamos aquí qué debes tener en cuenta siempre.


Cuando el scooter es el vehículo en el que te mueves diariamente no está nada mal saber un poco de su funcionamiento. No nos referimos a que te conviertas en un experto en mecánica ni tan siquiera que te armes de herramientas para emprender operaciones que un usuario normal debe dejar en manos de los expertos. Pero sí que seas capaz de tratar bien a tu scooter, sepas identificar los puntos donde pueden surgir problemas y en la medida de lo posible tomar medidas para evitarlos y que por tanto funcione todos los días tan bien como el primero.

¿Es el scooter más sencillo de mantener que una moto?

Por un lado el scooter es más limpio que una moto porque al contar con carrocería para tapar la mecánica esta recibe menos impactos ambientales. Pero por eso mismo, en caso de avería es más laborioso de desmontar y montar para llegar a la fuente del problema.

En principio las mecánicas de los scooters son más sencillas que las de las motos, ya que sus motores no buscan potencia sino fuerza para mover la transmisión automática, pero en el fondo al final las posibles averías vienen a ser muy similares. Quizá el talón de Aquiles de los scooters con respecto a las motos convencionales podamos encontrarlo en la batería. Salvo en el cada vez más raro caso de los scooters con arranque auxiliar por pedal, si la batería no está en forma no habrá manera de arrancarlo, mientras que con una moto siempre cabe la posibilidad de recurrir al clásico empujón para salir del apuro.

Por eso este es uno de los puntos esenciales, pero tampoco debemos olvidarnos de que al contar con mucho plástico para cubrirlo todo la limpieza de la carrocería es esencial, o que por el escaso recorrido de las suspensiones estas pueden dar más problemas a consecuencia de los baches o un uso más rudo del que se ha pensado en principio al diseñarlas.

En definitiva, que en tu scooter la mecánica esté oculta de la vista no significa que no necesite atención. Vamos a repasas 10 puntos muy sencillos de controlar y que debes tener en cuenta para evitar problemas:

1.- Limpieza de la carrocería: las carrocerías de plástico sueles ser muy robustas pero también son sensibles a las circunstancias ambientales y los productos químicos. Limpiar con frecuencia el scooter te permitirá tenerlo siempre bonito, que es importante, pero sobre todo evitará que se acumule suciedad formada por grasa, polvo y otros agentes químicos que juntos pueden acabar con el buen aspecto de la pintura. Además si dejas que la suciedad se acumule acabará entrando por las juntas de los diferentes componentes de la carrocería y entonces será muy difícil de eliminar sin desmontar. Otra razón importante para recomendar tener el scooter limpio es que te darás cuenta mucho antes de cualquier fuga de líquido, porque no te pasará desapercibida en cuanto se produzca, facilitando su control y que no vaya a más.

Para limpiar el scooter usa champús especiales formulados para no atacar al plástico ni a las pantallas trasparentes o las tulipas plásticas de las luces y emplea bayetas de algodón. El mejor acabado se consigue secando a mano o con aire a presión el scooter una vez limpio, para que no queden residuos al evaporarse el agua. Nunca lo laves al sol, y mucho menos dejes que lo seque la luz solar directa o envejecerás los plásticos.


2.- Calentamiento: siempre vamos con prisas y muchas veces contrarreloj, pero los motores de explosión necesitan un período de calentamiento para que las piezas internas funcionen dentro de los juegos de tolerancia para los que han sido diseñados. Además el aceite lubricante, encargado de evitar la fricción de las piezas móviles, está depositado en el cárter cuando la moto está fría y parada, por lo que es muy conveniente arrancar el motor y dejarlo funcionar al ralentí mientras te equipas con el casco, los guantes y todo lo necesario para comenzar la marcha, dejando que la bomba de aceite haga su trabajo y lubrifique todas las partes, especialmente la culata. No lo hagas al revés, que la gasolina que puedes ahorrar es mínima y sin embargo acortas la vida del motor cada vez que arrancas y sales “pitando”. Tu moto gastará menos aceite y con el paso de los kilómetros la diferencia de funcionamiento es enorme entre un motor tratado con cuidado y otro maltratado al arrancar.

3.- Iluminación: Las bombillas de los vehículos se funden de vez en cuando y por seguridad (y porque es obligatorio) es importante comprobar que todas las luces hacen su trabajo. No hay cosa más sencilla ni rápida, una costumbre que acaba convirtiéndose en automática. Por ejemplo, si haces lo que te recomendamos en el punto anterior y dedicas un minuto a dejar el motor en marcha antes de salir es el momento perfecto para revisar que llevas luz delante y detrás y de vez en cuando comprobar que los cuatro intermitentes lucen correctamente y la luz de freno advierte a los que van detrás de ti para que hagan lo propio. Cambiar una bombilla suele ser fácil y barato. Revisa el libro de instrucciones de tu scooter, donde debe venir una explicación clara de cómo hacerlo.

4.- Batería: Como hemos dicho es el punto clave de los scooters. Las baterías de los scooters no suelen estar muy accesibles. Suele ser necesario desmontar una o más piezas del interior del portaequipajes para acceder a los bornes y no digamos nada cuando es necesario cambiarlas (cada scooter tiene sus peculiaridades…). Esto sumado a que como ya hemos dicho no hay manera de arrancar a empujón, hace que merezca la pena estar siempre ojo avizor con este elemento. Por cuestiones de normativa que me parecen particularmente bastante discutibles, en casi todos los scooters y motos actuales las luces se encienden “sí o sí” al activar el contacto. Esto hace que las baterías tengan que soportar innecesariamente la potencia extra de la iluminación al tiempo que soportan el momento de uso más exigente de su funcionamiento, que es mover el motor de arranque. Para evitar tener un día la sorpresa de que la batería no puede arrancar el motor, lo primero que debes hacer es ser observador y detectar cuando el sonido del arranque o la bajada de intensidad de las luces te estén indicando que la batería no está en buena forma. No esperes a quedarte tirado y vete buscando una batería nueva.

¿Qué podemos hacer para alargar la vida de la batería? Pues así las cosas no mucho, pero sí algunas cosas: ten en cuenta que el frío y las baterías no se llevan bien, porque se descargan espontáneamente mucho más rápido con bajas temperaturas, así que evita aparcar la moto a la intemperie en zonas frías para evitar acortar la vida de la siempre cara batería. Otra precaución: si vas a dejar una temporada tu scooter parado, ten la precaución de desconectar la batería… lo agradecerás a la vuelta.

5.- Neumáticos: Lo que nos mantiene sobre la moto son los neumáticos y mantenerlos a ellos correctamente es por tanto muy importante. Revisa las presiones con frecuencia -al menos una vez al mes- manteniendo la medición recomendada por el fabricante del scooter. Es fácil a simple vista detectar cuando un neumático ha perdido aire. También se puede apreciar en marcha, pero como el aire se suele escapar muy despacio es posible que no te des cuenta, de ahí la necesidad de revisarlo al menos una vez al mes: si pierdes aire continuamente, tendrás que estar mucho más atento entonces y mirarlo una vez a la semana. Si perdieras aire a este ritmo… habría que ir a un especialista en neumáticos para solucionarlo, seguramente sin necesidad de reparar el neumático.

También debes controlar su desgaste. Si ha superado las barras transversales que todos llevan entre los surcos de la banda de rodadura llegó el momento de cambiarlos sin esperar más.

6.- Suspensiones: Los problemas con las suspensiones suelen venir de fugas por el desgaste o rotura de los retenes que unen las barras telescópicas de la horquilla y de los amortiguadores. A simple vista enseguida nos daremos cuenta de que hay alguna fuga de aceite… si tenemos la moto limpia, claro. Además de ser un síntoma de abandono, una fuga de aceite hará que la amortiguación pierda capacidad para retener las compresiones de la suspensión y por tanto será más fácil que se produzcan oscilaciones en curvas y al frenar, así como golpes secos por hacer tope. Se trata por tanto sobre todo de una cuestión de seguridad y también de agrado de funcionamiento. Si no tienes fugas puedes hacer como casi todo el mundo y dejar el aceite de la horquilla ahí “eternamente”… o tener al cabo de dos o tres años de uso un detalle contigo mismo y cambiarlo por aceite nuevo del mismo tipo. ¡Lo notarás de inmediato!

7.- Frenos: Una vez más la inspección visual es de vital importancia. “El ojo” te puede decir si hay peligrosas fugas de líquido de frenos, si los discos tienen surcos perimetrales o si las pastillas están o no desgastadas (esto último también te lo dirá finalmente el oído…). Otro arma infalible para detectar problemas de frenos es evidentemente el tacto. Una maneta demasiado esponjosa o con largo recorrido ineficaz indica que los frenos, ya sean de disco o de tambor, necesitan atención. Con los frenos no se juega, así que ante cualquier problema hay que meter el scooter en el taller y hacer la operación necesaria. Como sucede en el caso de las suspensiones, casi nunca nos acordamos del sufrido líquido de frenos, pero algunos fabricantes recomiendan sustituirlo cada dos años. Los sistemas de frenos de disco suelen tener una pequeña ventana en el depósito de líquido de frenos que permite comprobar visualmente su nivel. Si ves que baja, es que hay alguna fuga: deberás rellenar para no empeorar la situación, pero para hacer las cosas bien deberás reparar la fuga y purgar el circuito.

8.- Aceite: Como ya hemos indicado el aceite requiere un calentamiento antes de exigirle funcionar dentro de sus parámetros ideales, así que no vamos a ahondar ahí. Pero los lubricantes, pese a todos los cuidados que tengamos, siempre tienden a quemarse en la combustión en una proporción mínima, pero que siempre está presente. Por eso tenemos que vigilar el nivel de aceite del motor de vez en cuando. Es una operación rápida y sencilla que no requiere más herramienta por lo general que un pañuelo por si al terminar nos tenemos que limpiar las manos. Si vigilas el nivel con frecuencia tendrás claro cual es el nivel de consumo de lubricante del motor de tu scooter: puede que sea prácticamente nada o puede que sea suficiente para tener que rellenar con algo de aceite entre las revisiones oficiales. Si es así usa el aceite con las especificaciones recomendadas (normas API y SAE) y a poder ser no mezcles sintético con mineral (a mí tampoco me gusta mezclar marcas aunque tengan la misma base, pero hay quien dice que no pasa nada…).

Presta atención a las fugas que puedas detectar a simple vista. Indicarán que algo que debería ser estanco no está bien cerrado: puede que haya que cambiar un retén (lo que puede indicar también un problema en un rodamiento) o sustituir una junta, pero siempre es indicador de que algo no va bien y es mejor actuar antes de dejar que las averías vayan a más.

Otro caso es que tu motor eche humo azul por el escape (los motores de 2 tiempos siempre echan humo azul…). Esto indicará que llega demasiado aceite a la cámara de combustión, y que internamente hay algún elemento importante que falla: segmentos, asientos de válvulas, etc.

9.- Bujías: para que el motor queme la gasolina correctamente es imprescindible que la bujía de encendido de miles de pequeñas chispas por minuto, y lo haga con una enorme precisión. ¡No es fácil ser bujía! Y sin embargo casi ninguna se queja... o no lo notamos, porque realmente las bujías tiene una vida útil limitada. Sufren mucho por ejemplo cuando por lo expuesto en el punto anterior entra un gran exceso de aceite en la cámara de combustión y se acaban engrasando. Con el tiempo se acumulan depósitos en su cabeza y en los electrodos que falsean la chispa. Esto se traduce en mayor consumo de combustible y dificultad para arrancar (si la bujía está mal, acabará pasando factura la batería…). Si el escape humea mucho puede ser otro síntoma de problemas de bujía.

Limpiarla es fácil si eres un poco manitas: se cepilla con un cepillo de metal, se comprueba que el electrodo está a la distancia correcta con unas galgas y eso es todo, posiblemente nos habremos ahorrado una bujía nueva.

10.- Filtro de aire: El filtro del aire es el elemento que evita que el polvo y las partículas del aire se cuelen en el sistema de admisión de la moto, lo que podría tener efectos desastrosos. El problema es que para filtrar hay que poner algún sistema de restricción que deje pasar el aire pero no partículas de tamaño mayor, y eso quiere decir que con el tiempo, dependiendo de la zona por donde circulemos, este sistema de filtrado irá obstruyéndose, afectando a la admisión de aire necesario para la mezcla. Un filtro tupido hará que la moto queme más gasolina que aire, produciendo una mala combustión que se traducirá en el aumento del consumo de combustible, pérdida de potencia y ahogos, dificultad para arrancar y que puede acabar derivando en averías como estropear las bujías o el caro catalizador, en el caso de que tu scooter lo tenga.

Por eso es recomendable sustituirlo una vez al año, o cuando menos limpiarlo con una pistola de aire a presión de dentro para afuera (para sacar las partículas adheridas por donde entraron…) con cierta frecuencia.


Y eso es todo. ¿Te han parecido muchos consejos? ¡Pues alégrate entonces de que tu scooter no tenga cadena como las motos

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